Durante las dos últimas décadas, especialmente tras la pandemia, el debate en torno a los modelos sincrónico y asincrónico ha puesto al sector del aprendizaje en una encrucijada. Veamos en qué se diferencian estos dos métodos de aprendizaje, así como cuáles son sus ventajas y desventajas.
En el aprendizaje sincrónico —por ejemplo, en un webinario o un taller— la acción sucede en vivo y en directo. Antes de la pandemia de la COVID-19, el aprendizaje sincrónico solía desarrollarse en un aula y de forma presencial, pero las cosas han cambiado desde entonces. En la actualidad, el aprendizaje sincrónico se presenta en configuraciones de formación digital en directo, como webinarios, clases virtuales, videoconferencias o chats en tiempo real.
El carácter en directo del aprendizaje sincrónico ofrece varias ventajas:
Como los estudiantes pueden interaccionar con sus compañeros e instructores en tiempo real, todo el mundo tiene la oportunidad de participar plenamente. Esto da cabida al desarrollo de debates complejos e interesantes.
Del mismo modo, al tener la posibilidad de hacer preguntas a los instructores justo cuando les surgen, los estudiantes reciben información sobre su progreso al instante. Los instructores también pueden interactuar con los estudiantes en el punto del aprendizaje que lo necesitan, en vez de enviarles sus comentarios varias horas o días después, cuando ya no tienen la lección tan fresca.
Los estudiantes pueden resolver sus dudas al momento, por lo que superan los obstáculos que se encuentran durante el aprendizaje mucho antes y su curva de aprendizaje se agiliza.
El aprendizaje sincrónico también plantea ciertos retos. Estas son las principales desventajas:
Como el aprendizaje sincrónico ocurre en un momento específico, no ofrece ninguna flexibilidad para amoldarse a diferentes horarios y prioridades. Los estudiantes y los instructores deben estar disponibles a una hora y en un sitio determinados, lo que puede ser un inconveniente para quienes tengan otros compromisos.
En el caso del aprendizaje sincrónico, la calidad de las formaciones depende totalmente del instructor que las imparte. Esto significa que, en última instancia, el resultado puede ser irregular.
Cuando hay varios estudiantes en una misma sesión de formación, es fácil que caigan en la tentación de competir para captar la atención del instructor. Los instructores deberán estar atentos a este tipo de comportamientos, ya que de lo contrario pueden producirse favoritismos hacia algunos estudiantes.
Ahora que ya hemos visto algunas de las ventajas y desventajas del aprendizaje sincrónico, vamos a centrarnos en el aprendizaje asincrónico.
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El aprendizaje asincrónico es, por definición, cualquier forma de aprendizaje que no ocurre en el mismo momento o lugar. Esto significa que los estudiantes pueden acceder a los materiales de aprendizaje a su ritmo y cuando quieran. Para garantizar esa flexibilidad, el aprendizaje asincrónico suele presentarse como contenido digital grabado previamente o descargable. Algunos ejemplos habituales son los cursos de e-learning, los webinarios grabados, los vídeos, los pódcast, al material descargable en PDF y los paneles de debate.
Ahora que ya sabes qué es el aprendizaje asincrónico, vamos a analizar sus ventajas y desventajas.
Estas son algunas de las principales ventajas del aprendizaje asincrónico:
Aunque el aprendizaje asincrónico no se desarrolla en un espacio físico con más personas, los estudiantes pueden publicar sus preguntas en paneles de debate o enviarlas por correo electrónico para obtener respuesta más adelante. La colaboración e interacción con otros estudiantes siguen siendo viables, aunque no se produzcan en tiempo real.
Una de las principales ventajas del aprendizaje asincrónico es que los estudiantes aprenden a su ritmo y en el momento o lugar que prefieran. Esto permite a los instructores y estudiantes dar prioridad a otros compromisos que puedan tener aparte de la formación, como atender a su familia o realizar su trabajo diario.
Como el aprendizaje asincrónico se puede desarrollar en diferentes ubicaciones y momentos, no hay restricciones en cuanto al número de estudiantes inscritos en un mismo curso. Esto hace que el contenido de formación sea mucho más accesible.
En el aprendizaje asincrónico, los estudiantes aprenden principalmente por su cuenta. De este modo, los instructores pueden destinar el tiempo de las clases a debates útiles, en lugar de limitarse a explicar el contenido formativo.
Como es de esperar, el aprendizaje asincrónico también tiene algunas desventajas:
Los modelos de aprendizaje asincrónico pueden resultar un poco fríos, ya que el instructor y los compañeros no están presentes físicamente. Es difícil que los estudiantes entablen relaciones con sus compañeros de formación igual que lo harían si asistieran a clases presenciales.
La imposibilidad de interaccionar en tiempo real con los compañeros y los instructores crea un vacío en la experiencia del estudiante. Al no tener a quien recurrir en un momento de necesidad durante el aprendizaje, los estudiantes tendrán que superar los desafíos por su cuenta.
En los cursos de aprendizaje asincrónico, los estudiantes deben ser independientes y tener autodisciplina para llevar su aprendizaje al día. Este modelo no es el más adecuado para los estudiantes que no son disciplinados.
Ahora que ya conoces las diferencias, ventajas y desventajas de ambos modelos de aprendizaje, debes elegir el que mejor se adapte a los requisitos específicos de tu empresa. Es conveniente que tengas en cuenta tus objetivos de aprendizaje, el método preferido para impartir el curso, los tipos de contenido e incluso la disponibilidad de los instructores.
Aunque el aprendizaje sincrónico tiene la ventaja de permitir el diálogo en tiempo real entre estudiantes e instructores, la flexibilidad del aprendizaje asincrónico beneficia a los empleados que tienen poco tiempo, sobre todo a los que trabajan desde casa y tienen obligaciones familiares. Es posible que un horario fijo de clases no encaje en sus ajetreadas rutinas y que prefieran las sesiones grabadas o los recursos a los que puedan acceder sin conexión.
Dada la creciente importancia de la transformación digital en todos los sectores, creemos que el aprendizaje asincrónico puede adaptarse mejor a la vida de los empleados modernos.
Si prefieres disfrutar de lo mejor de ambos mundos, opta por una estrategia de aprendizaje mixto que combine los aspectos que más te gusten de cada uno. Por ejemplo, puedes utilizar cursos online de estilo asincrónico y webinarios en directo de estilo sincrónico.
Lo más importante es que diseñes experiencias de aprendizaje que resulten atractivas a tus estudiantes y tengan en cuenta sus necesidades.